Para acortar el tiempo entre pedir lo que quieres y
recibirlo, es necesario ser claro al formular nuestros objetivos. Algunas veces somos tan inespecíficos
y nuestra mente se dispersa alrededor de diversas ideas sin nunca tener las ideas claras ,
por lo que pasa mucho tiempo y nuestro ser interior no puede guiar nuestra mente para poner en claro lo
que queremos.
Una vez que tenemos muy bien definido lo que queremos, el segundo punto a tener en cuenta y muy importante también, es la emoción que ponemos para recibirlo, pues ese es el motor que activará el deseo, la manera como vibramos es determinante para conseguirlo. Estos dos pasos son indispensables si queremos ver nuestros deseos realizados.
Cuanto más exacto y preciso podamos afirmar lo que queremos y nos emocionemos firmemente como si ya lo tuviéramos, manteniendo esa emoción siempre que pensemos en ello, más rápidamente lo tendremos, sea en cualquier área de nuestra vida.