Acéptalos tal como son. Permíteles que sean ellos mismos. Deja de tratar de cambiarlos. Permíteles que se ocupen de sus propios procesos de crecimiento. No podemos aprender por otro. Si su comportamiento es perjudicial para nosotros, entonces podemos optar por no estar en su presencia, y eso está muy bien. Debemos amarnos a nosotros mismos lo suficiente para no ser derribado por personas auto destructivas. Si tenemos muchas personas negativas en nuestras vidas, entonces podemos observar para ver qué patrón hay en nosotros que atrae a estas personas.
Cuando nosotros cambiamos, abandonamos nuestro patrón y llegamos a ser diferentes, los demás también van a cambiar la forma en que se relacionan con nuestras nuevas personalidades, o dejarán nuestras vidas de modo tal que nuevas personas que nos apreciarán estarán listas para entrar. Sea cual sea la forma en que sucede, siempre hay un cambio positivo para nosotros, cuando nos amamos y nos aceptamos.
Otra poderosa herramienta para la sanación de todas las relaciones -en la familia, el trabajo, eventuales, o íntima- es "la bendición con amor." Cuando alguien está haciendo algo para interrumpir la armonía en tu vida, bendícelos con amor. Puedes hacerlo de varias maneras. Puedes decir: "Yo te bendigo con amor, y traigo armonía a esta situación", o "Yo te bendigo con amor, te libero y te dejo ir", o "Yo te libero para tu mayor bien. "
Cuando hacemos esto consistentemente, algo sucede en el lado invisible de la vida, y la situación cambia para mejor. He visto este proceso de sanar las relaciones de todo tipo. Los jefes se han vuelto amables, las familias expresan amor, la gente difícil se va, las relaciones íntimas llegan a ser honestas. Aquellos de nosotros que hemos practicado esta bendición con amor estamos encantados con los resultados.
Hagamos esta afirmación: Yo abro mi corazón a más amor, todos los días.